Inspiración para la decoración de los dormitorios – Parte 2

El modelo de mesa de luz adecuado 

Evaluar la posibilidad de que tengan lugar de almacenamiento, ya sea con cajones o estantes, es siempre un acierto, para que podamos tener a mano, pero no a la vista, elementos de utilidad y que así las mesitas nos resulten aún más eficaces. 

Existen infinidad de modelos y materiales para esta gran compañera de nuestra cama, y la elección dependerá del estilo que nos identifique y, por supuesto, del espacio con el que contemos. Si tuviéramos un espacio reducido, con tener un pequeño estante colgante, realizado a medida, debería ser suficiente.

E incluso, muchas veces terminamos decidiendo que otros elementos, como podrían ser una silla, un baúl, una pila de libros, o un tronco cumplan la función de una mesa de luz diferente y original, donde podamos tener todo lo que necesitamos antes de cerrar los ojos. Lo importante es no olvidar que la altura para que nos resulte cómoda debería ser igual a la del colchón o que difiera en unos pocos centímetros.

Y cuando se trata de un dormitorio con cama matrimonial, donde debe haber dos mesas de noche, no es obligación que las dos sean iguales. Se pueden elegir dos modelos distintos, aunque idealmente coincidan en color o material para que guarden cierta coherencia, lo que le dará al espacio un aire único y dinámico. 

La elección de colores

Los colores influyen en el estado de ánimo de las personas y pueden alterar también la calidad de nuestro sueño por lo que, para esta habitación en particular, donde queremos crear un oasis personal, debemos movernos entre el abanico de colores que nos generen una sensación de calma y relax. 

Para las paredes, podemos elegir un color más oscuro para destacar la pared del respaldo o, siguiendo una línea horizontal, dividir la pared pintando de un color sólido oscuro la parte inferior y un color claro en la parte superior. Los colores más utilizados son el azul, el verde, el gris, el rosa y los tonos tierra.

Y para la ropa de cama ya mencionamos que es conveniente usar colores neutros para el acolchado, para que combine con los almohadones que tendrán la nota de color. Para ellos se aconseja inclinarse por colores más apagados, de tonos suaves, para que sean una invitación a relajarse.

Esto también aplica para los empapelados, ya que, si quisiéramos destacar una pared colocando uno de ellos, deberemos tener en cuenta los colores que presente el diseño para no romper la armonía del espacio.

Sumar plantas como elemento decorativo

No es un ambiente donde generalmente encontramos plantas colocadas en macetas en el piso o incluso colgando del techo, pero debería serlo por los múltiples beneficios que proporciona. Existe una teoría que sostiene que el tener una planta en el dormitorio puede resultar dañino para nuestra salud ya que consumen nuestro oxígeno, pero quedó demostrado que es completamente falso. 

Su aporte estético se encuentra a la vista, tener una planta con el color verde intenso de sus hojas, aporta frescura y nos acerca más a la naturaleza, reduciendo los niveles de estrés y ansiedad. Pero tienen además otras ventajas como que limpian el aire y regulan el ruido.

Las plantas más recomendadas para usar en un dormitorio son la hiedra, el helecho, la sansevieria y el potus, por poner algunos ejemplos.

Y si aún no estás convencido, pero quisieras integrar el verde a tu dormitorio con algún elemento, hoy en día hay plantas artificiales a la venta que simulan ser reales con gran precisión.

Dormitorio de grandes dimensiones

Un dormitorio con grandes dimensiones puede presentarse como un reto ya que es preciso pensar cómo equiparlo para que no se sienta vacío ni frío. Es necesario armar entonces varios rincones, que cumplan distintas funciones, que resultarán útiles para los dueños de esa habitación.

Una buena idea es aprovechar el espacio que queda bajo la ventana, o delante de ella, para colocar un banco a medida, que puede tener también lugar de almacenamiento. Se ganaría entonces una zona donde poder leer, disfrutar del paisaje que ofrece el exterior o simplemente relajarse.

Y con la intención de leer o relajarse se podría armar además un sector de lectura colocando cerca de la ventana un cómodo sillón individual, una mesita auxiliar y una lámpara de pie completando la zona. Y si agregáramos un canasto con una manta dentro, que podríamos tomar para taparnos y mantenernos abrigados, haría de ese momento una experiencia más que placentera.

Cuando los metros abundan es apropiado también sumar una zona de trabajo o de estudio. Si se requiere hay separadores de ambientes, que pueden ser movibles o fijos, que podrían delimitar el sector para que no haya una visión directa del mismo desde la cama, pero manteniéndolo conectado.

Por último, para llenar el dormitorio, se puede sumar a los pies de la cama una banqueta, o incluso un sillón de dos plazas de líneas curvas o sin apoyabrazos, para tener otro sector donde poner nuestra ropa para vestirnos por la mañana o que nos sirva de descanso.

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