El minimalismo y el estilo nórdico tienen varias características en común que muchas veces, frente a un espacio del hogar ya definido por alguno de ellos, nos hace preguntar cuál de los dos fue el elegido para ese diseño concreto. 

Es cierto que esas similitudes hacen que también se puedan mezclar ambos estilos y que, dentro de un ambiente, convivan en total armonía. No es raro entonces encontrar dentro de un mismo espacio, guiños de uno y otro entendiéndose a la perfección. 

La búsqueda por mantener la simplicidad y el orden, y la preferencia por los colores claros, son algunos de los puntos en común que pueden complicarnos el poder fácilmente reconocerlos. Sin embargo, su origen y función son bien distintos.

A continuación, desglosaremos el estilo nórdico y el estilo minimalista para conocer en profundidad sus semejanzas y diferencias y poder así tener las herramientas necesarias para saber frente a qué estilo nos encontramos, o cuál queremos elegir para diseñar nuestros espacios.

Diferencias en su origen

Una de las primeras diferencias que se pueden mencionar es sobre sus orígenes, ya que ambos estilos surgieron en zonas geográficas bien distanciadas, y por razones muy diferentes.

El estilo nórdico o escandinavo, y de allí viene su nombre, se formó en países escandinavos como Noruega, Suecia y Finlandia, y también en Dinamarca, a finales del siglo XX. Surgió con la finalidad de aprovechar al máximo la poca luz natural que esos países tienen durante gran parte del año, debido a la climatología, y es por ese motivo que el uso de colores claros y de materiales naturales son la preferencia de este estilo.

En cambio, el estilo minimalista se desarrolló en Estados Unidos, específicamente en la ciudad de Nueva York, a fines de la década del 60, como contrapunto al uso excesivo del arte pop de los artistas visuales y a las corrientes realistas de la época. De esta manera se intenta, a través de este estilo, reducir el diseño solo a lo esencial, por lo que la frase de “menos es más” aplica correctamente en su definición. 

Descripción del estilo minimalista y el estilo nórdico 

Como mencionamos anteriormente, el objetivo principal del minimalismo es reducir a lo estrictamente necesario los materiales, las texturas y los colores, tanto para el mobiliario como para los elementos decorativos que componen el lugar. 

Todo lo que se encuentre en un ambiente deberá ser simple y funcional, de líneas limpias gracias a la influencia del diseño tradicional japonés, para que la estrella absoluta sea el espacio de concepto abierto y diáfano, libre de contaminación visual. Los muebles del minimalismo son de líneas sencillas y de formas geométricas, evitando el diseño excesivo y recargado. 

En el estilo nórdico, si bien la simplicidad es también una de las claves de este estilo, hay un mayor aporte de elementos decorativos frente a la necesidad de lograr calidez en los ambientes. La búsqueda principal de este estilo es sacar el máximo provecho a la luz natural, creando espacios donde la naturaleza esté presente.

Ambos estilos buscan proporcionar ambientes donde reine el orden para generar un lugar que transmita tranquilidad y calma. Y evitan también el uso de colores llamativos, inclinándose hacia los tonos más claros, teniendo como base el color blanco en todos sus espacios.

Características de los materiales

El uso de materiales naturales, como la madera, es un elemento común que se puede encontrar tanto en el minimalismo como en el estilo nórdico. 

Aunque en el caso del estilo nórdico la madera es la base de su diseño, al ser la naturaleza su gran protagonista. Y la madera, en tonos claros, estará también acompañada por otras materias primas como el lino, algodón, o lana en los tejidos. El objetivo principal es lograr con estos recursos ambientes que sean cálidos y acogedores, y que los espacios se perciban visualmente más amplios y luminosos.

El minimalismo, además de utilizar la madera, se inclina también al uso de materiales industriales como el acero inoxidable, cromo e incluso, plásticos lacados, por lo que se puede confirmar que tiene cierta reminiscencia del estilo industrial. De todas maneras, el plástico es también un material en común, como lo es madera, ya que, si bien no se lo liga directamente al estilo nórdico, éste cuenta con piezas ícono en su mobiliario que utilizan el plástico como material, como las sillas del reconocido Eames. 

Pero ciertamente el minimalismo no utiliza materiales con textura que, en el caso del estilo nórdico, resultan imprescindibles para lograr como resultado esa calidez de hogar tan buscada.

En definitiva, lo importante al momento de diseñar un ambiente dentro de tu hogar, es lograr que éste pueda reflejar tu personalidad y carácter, y también que cubra con tus expectativas sobre lo que se quiere transmitir en ese espacio. Encontrar el equilibrio es esencial para cumplir con los objetivos.

Si tu interés entonces es lograr un espacio donde predomine el orden, los colores claros y la simplicidad en el mobiliario y los elementos decorativos, puede que hayas encontrado los estilos ideales para hacerlo realidad con la elección de uno de estos dos estilos o la fusión de ambos.