El método japonés de las 5S para asegurar el orden y la limpieza en el hogar
Japón es un país que se caracteriza por estar en constante búsqueda de métodos que faciliten el orden y la limpieza y, como consecuencia de esto, cuenta con varios en su haber. Algunos de ellos traspasaron las barreras y han resultado una gran influencia en otros países, poniéndose en práctica estas técnicas niponas a fin de lograr un espacio impecable.
Hace un tiempo, la gran gurú del orden y la limpieza, la reconocida japonesa Marie Kondo, proponía a través de su sistema Konmari realizar una serie de pasos a fin de lograr un espacio donde cada cosa se encuentre en su lugar y, de esa manera, facilitar que el ambiente esté limpio.
Y otra técnica, si bien no es nueva, es la del sistema de las 5S sobre la que nos explayaremos a continuación para conocer el paso a paso.
¿En qué consiste el sistema de las 5S?
El método de las 5S nació por una necesidad de lograr que el ámbito de trabajo sea más ordenado y eficiente, partiendo de aprovechar y optimizar los espacios al máximo. Y rápidamente, esta técnica traspasó los límites del circuito laboral y hoy en día se aplica también en los hogares.
Tal como su nombre lo indica, está relacionado con 5 palabras japonesas que comienzan con la letra S: seiri, seito, seiso, seiketsu y shitsuke. Cada una de ellas es un paso particular dentro del método, por lo que vamos a desglosar una por una para comprender cuál es la importancia de ellas para lograr el objetivo de mantener el orden.
Seiri: clasificar y separar lo innecesario
La primera palabra de las 5S es la palabra Seiri, que propone, como primera medida, clasificar nuestras pertenencias y espacios.
De esta manera será posible saber cuáles son las cosas que nos interesan mantener y cuáles son las que podemos separar y eliminar por resultar innecesarias. Como consecuencia de esta primera fase, nuestros ambientes contarán solo con lo que sea de utilidad, por lo que habrá más espacio, logrando un lugar más ligero y agradable a la vista.
Con esta clasificación terminada tendremos elementos que mantendremos, otros que regalaremos o donaremos y otros que tiraremos. Es recomendable que este momento de decisión se realice de manera rápida, y siguiendo nuestros primeros instintos, ya que si nos tomamos mucho tiempo es muy probable que nos cueste desprendernos de varios artículos que, en la realidad, se encuentran sin uso hace ya varios años.
Seito: cada cosa en su lugar
Luego de haber clasificado y ya contando solo con lo que es de utilidad, debemos ordenar los objetos para que al momento de precisarlos lo hagamos de manera cómoda y que podamos encontrarlos rápidamente. Esto nos va a implicar varios dolores de cabeza menos ya que, si sabemos dónde ir a buscar exactamente cada cosa, no perderemos tiempo, ni nos pondremos nerviosos, en la búsqueda de esos objetos.
En este proceso se debe usar la lógica y dejar más a mano aquellos elementos que se utilizan con mayor frecuencia para que podamos acceder a ellos de manera fácil. En la cocina, por ejemplo, las pertenencias que precisamos tener más a nuestro alcance se aconsejan ubicar en los primeros cajones, o en los cajones que más utilizamos, para que puedan ubicarse con celeridad.
Para ayudarnos a establecer un lugar determinado para cada cosa necesaria es un muy buen recurso valerse de cajas, recipientes y contenedores con etiquetas que nos ayuden a proporcionar un sitio adecuado.
Seiso: limpieza en casa
La tercera etapa de este método está ligada a la limpieza, ya que es clave contar con una casa libre de suciedades y de ruido visual, para que nos brinde un espacio armónico en el que querremos pasar nuestro tiempo.
La propuesta entonces consiste en establecer cierta rutina de limpieza diaria para que, tan solo dedicando un poco de nuestro tiempo antes de ir a dormir o a trabajar, la energía se renueve dentro de la casa. Ese momento es también una buena oportunidad para ventilar y permitir que el aire nuevo inunde todos los ambientes.
Ordenar lo que se encuentre tirado o fuera de sitio antes de salir de casa, u organizar lo que tenemos en la banqueta a los pies de la cama antes de dormir, resulta un hábito que nos va a permitir mantener todo perfecto, en todo momento.
Seiketsu: estandarizar el proceso
Una vez que se tenga todo resuelto sobre lo que es necesario en la casa, se debe fomentar la costumbre de la limpieza y el orden en nuestro hogar para que sea una constante, y no algo que se realice cada tanto.
El seiketsu pretende la estandarización de esta conducta con pequeños actos diarios que nos ayuden a mantener nuestra casa en equilibrio y armonía. Levantar la ropa del piso, colocar los libros o revistas en su lugar o llevar el control remoto a su sitio, son parte de este proceso que no nos demanda demasiado esfuerzo pero que, como resultado, nos aleja de volver a caer en una casa desordenada y así mantener la paz.
Shitsuke: la autodisciplina
Esta última palabra está ligada a la anterior, ya que nos exhorta a comprometernos personalmente con la limpieza y el orden, y a ser autodisciplinados para lograr mantener en el tiempo los beneficios obtenidos del orden diario.
Para ello es importante establecer no solo la rutina de todos los días que nos lleva unos minutos realizar, sino que es básico contar con una rutina semanal, que involucre a todos los integrantes de la familia que vivan en el hogar. Se debe acordar qué tareas llevarán a cabo cada uno de ellos semanalmente, o por mes, que requieran de mayor profundidad o que no necesitan limpiarse con tanta frecuencia.