Definición de Estilo Moderno
El estilo moderno en la decoración es, tal como su nombre lo indica, uno de los estilos más actuales que se pueden implementar hoy en día. Nació a mediados del siglo XX en la arquitectura y el diseño de interiores, nutriéndose de otros estilos anteriores, como el minimalista y el nórdico.
Y si bien puede fundirse con otros estilos de diseño posee unas características que resultan claves para definirlo, como la armonía y la simplicidad, y también las líneas rectas, atributos muy atractivos que lo mantienen como uno de los grandes favoritos al momento de elegir un estilo de decoración para nuestro hogar.
A continuación, veremos más en detalle cuáles son los rasgos que son fundamentales de respetar si es que se pretende armar un ambiente, o un hogar en su totalidad, con el sello del look moderno, y así lograr un espacio interior simple y sereno.
Líneas sencillas
En un estilo moderno las líneas deben ser rectas y limpias, y por tal motivo, se debe intentar evitar toda curvatura. Pero de existir alguna, es importante lograr suavizarla para que no destaque en el conjunto. Los muebles deben ser estilizados, con superficies lisas y pulidas que aporten elegancia.
Una pieza de mobiliario que refiere a este estilo no presentará demasiados detalles, ya que se centrará particularmente en la funcionalidad que dicho mobiliario va a ejercer. Pero es importante aclarar que no por ello los muebles tendrán ausencia de carácter, si no que los detalles que cada mueble tenga deberán ser moderados.
Esta manera simple de presentarse ayuda a cumplir con uno de los principales objetivos de su diseño, que es la sencillez. Aquí entonces es donde se puede observar una de las similitudes que este estilo comparte con el minimalismo, donde el “menos es más” es tenido en cuenta, aunque sin llegar a un uso excesivo de ello.
Colores predominantes
Para la creación de espacios luminosos siempre resulta una excelente estrategia el uso de colores claros, siendo el blanco el color protagonista por excelencia, aunque también convive en perfecta armonía con colores complementarios, como el marfil y con los tonos marrones, al igual que con los colores grises.
De todas maneras, en un ambiente de estilo moderno se pueden también emplear colores oscuros, que principalmente podrán verse en elementos decorativos tales como almohadones, alfombras o cortinas. Y con esas pequeñas notas de color se podrá asegurar que el espacio se sienta más personalizado, y que no se caiga en ambientes fríos y desangelados.
Un color intenso no deberá nunca encontrarse en una pared completa, sino que deberá aparecer en una dosis de menor tamaño que funcione como un punto focal dentro del ambiente. Como consecuencia se logrará generar un interés visual en el lugar, al romper con los colores claros.
Materiales estrella
Los materiales que fácilmente se pueden distinguir para un ambiente diseñado con el estilo moderno son la madera, el cuero, los materiales fríos como el vidrio y el acero y los revestimientos lisos. El poliuretano también es uno de los elegidos, que puede verse en los elementos cada vez con mayor frecuencia.
En el caso de la madera es muy común encontrarla en los muebles en su presentación laqueada, en color negro o en otro color oscuro, o también en blanco. Y es repetitivo también el uso de la madera artificial, como el aglomerado o contrachapado.
Estos materiales y terminaciones deben ser combinados y no debemos inclinarnos a armar un ambiente con uno solo de ellos. La variedad hará que el sitio diseñado tenga un efecto que lo haga lucir único y original.
Funcionalidad ante todo
El estilo moderno no se caracteriza por la acumulación de un gran número de muebles, sino que, por el contrario, al buscar que resulten funcionales en el ambiente, sólo se añaden los que cumplan con ese propósito.
Esta regla aplica también para los elementos decorativos, al procurar que los accesorios resulten prácticos para quien habita el hogar. Igualmente, esto no quiere decir que no habrá presencia de objetos decorativos, pero bajo la influencia del minimalismo, es cierto que el estilo moderno escapa a los espacios sobrecargados con decoración.
Es aconsejable entonces decantarse por unos pocos complementos, evitando las ornamentaciones y los detalles innecesarios, y enfocarse en respetar el diseño de líneas rectas y depuradas.
Foco en la iluminación
Otro de los ejes centrales de este estilo es la iluminación, por lo que los colores y materiales que se utilizan también hacen su aporte en la creación de espacios con mucha luz. La iluminación debe ser natural para lograr los ambientes luminosos y amplios tan característicos de la modernidad.
Y para ayudar a lograr que la luz natural ingrese e ilumine a más sectores de la casa, es una excelente idea acudir al diseño de planta de concepto abierto. Este formato de distribución es muy utilizado en el estilo moderno ya que la falta de paredes, uniendo a la cocina con el comedor, al living con el comedor, e incluso a la cocina, comedor y living permite que la luz del sol entre sin barreras por doquier.
Para delimitar los distintos ambientes sólo basta con utilizar alguno de los muebles escogidos para generar un límite óptico, y que aun así haya la luz necesaria para que los espacios se vean con una mayor amplitud