
Las buenas prácticas para una mini cocina
Cuando los metros escasean resulta más imprescindible aún que ningún detalle de diseño se nos escape ya que, al contar con poco espacio, nada debe quedar librado al azar. Al encarar entonces una reforma de una mini cocina, se deben tomar ciertas medidas para no perder funcionalidad y encanto, siempre cuidando el triángulo de trabajo para que resulte una cocina práctica y de estilo en la que trabajar y armar los mejores platos.
Integrar la cocina
Una de las ideas más frecuentes al diseñar una cocina pequeña es la de abrir dicho espacio, generalmente hacia el living y/o comedor. Como consecuencia de eliminar las paredes se logra una mayor sensación de amplitud, ya que no hay tabiques que impidan que nuestra visión se extienda hacia el ambiente comunicado.
Es importante tener en cuenta que, al desaprovechar una pared, estamos perdiendo superficie donde apoyar muebles, pero esto último puede remediarse con la incorporación de una isla o península, resultando un mobiliario sumamente funcional que, además, ayuda a delimitar la zona.
Pero de tratarse de un espacio muy angosto, para ayudar a que la circulación pueda darse de forma fluida y que permita movernos con libertad, se debe evaluar la posibilidad de contar con muebles extensibles. De esta manera se evitará que estorben en el día a día ya que estarán plegados cuando no se encuentren en uso.
Cerramiento de vidrio
Continuando con el punto anterior, si se desea crear una mayor sensación de amplitud en una cocina pequeña, pero la intención es que no esté completamente comunicada hacia otros ambientes, un excelente recurso, tendencia desde hace ya varios años, es utilizar los cerramientos de vidrio.
Con esta herramienta se prolonga la visión más allá de los límites de la cocina, permitiendo, además, que la luz ingrese sin inconvenientes por todo el sector, al mismo tiempo que el ambiente se mantiene cerrado.
En una mini cocina es un buen plan hacer una combinación de pared, desde la mitad hacia el piso, y de cerramiento, desde la mitad hacia el techo, así se puede aprovechar el espacio ciego que queda en la zona inferior para ubicar más espacio de almacenamiento. Y el lugar aún se sentirá ligero por tener solo muebles superiores en uno de sus frentes.
Aprovechar la superficie vertical
Cuando es necesario economizar el espacio que ocupan los utensilios de cocina en los cajones, mesada o roperos de una cocina pequeña, una solución es hacer uso de las paredes para tener al alcance de la mano los elementos de uso diario.
Una alternativa entonces es disponer de un barral organizativo con ganchos, arriba de la encimera o en una pared libre de mobiliario. Se puede obtener un resultado muy estético al servir también como decoración en el espacio, a la vez que facilita encontrar de manera rápida el componente que se precisa para la actividad culinaria.
Según la superficie disponible se podrá elegir entre una variedad amplia de modelos, pudiendo ser el sitio final para los clásicos utensilios, pero también para el rollo de cocina, especieros, tazas, repasadores y tablas, entre muchos otros elementos.
Elegir el color acertado
Cuando una cocina tiene tamaño reducido no tiene que ser necesariamente blanca, aunque dicho color resulta un gran aliado cuando un espacio presenta estas características. Pero si se tienen en cuenta otros aspectos, como por ejemplo garantizar que la luz natural invada el lugar, o elegir un diseño de concepto abierto, se pueden emplear otros tonos que no le resten beneficios.
Igualmente, una cocina de color blanco, además de lucir más amplia y luminosa, puede resultar visualmente muy atractiva al ser un lienzo básico sobre el que se puede trabajar, incorporando elementos que se dejarán a la vista con colores más llamativos, o jugando con las tonalidades del revestimiento en las paredes.
Continuando con los revestimientos, son una excelente oportunidad para personalizar a la mini cocina, seleccionando un diseño que refleje el carácter de los dueños de casa. Para los más clásicos y sobrios, se continuará con unos revestimientos neutros, tal vez con una rica textura para atraer la atención, siendo una elección fácil de mezclar con el resto del diseño. Los más atrevidos, en cambio, se inclinarán por unos revestimientos con diseño, e incluso color, en oposición al blanco de los muebles para crear un interesante contraste.
La iluminación a nuestro favor
Cuidar el asunto de la iluminación es fundamental, aún más si se trata de un espacio mini. Un elemento destacado dentro de cualquier ambiente es una ventana, porque permite el ingreso de la luz natural haciendo que un espacio se sienta más amplio y acogedor, además de ser de gran ayuda para mantener una correcta ventilación en el lugar.
Si se cuenta entonces con una ventana en el área es un gran beneficio que debe acompañarse también con la iluminación artificial. Es importante tomarse el tiempo para planificar la luz que se precisa en cada área de trabajo y así lograr una cocina donde resulte cómodo preparar los alimentos. Una luz general, una más puntual en el triángulo de trabajo, e incluso una iluminación ambiente, con tiras de led debajo de estantes o dentro de vitrinas para otorgar calidez.