La cocina es un ambiente muy importante dentro del hogar en el que es fundamental contar con un buen diseño para que se encuentre en sintonía con el resto de la casa, más aún si es que se tratara de una cocina de concepto abierto, integrada al living o al comedor, o a ambos.

A la idea de una cocina práctica y funcional para la vida diaria, debe sumarse el que tenga estilo, para que al ingresar a ese ambiente pueda destacar y hablar sobre la personalidad y carácter de los integrantes de la familia que viven allí.

La elección del color para la cocina es un ítem que se debe determinar con precisión y luego de pensar en que es lo que se pretende provocar al encontrarse delante de ella. Según el color de preferencia se logrará una cocina con una característica determinada que la definirá. A continuación, analizaremos algunas de estas propuestas y su rendimiento.

Elegir una superficie como punto focal

Una de las opciones posibles para integrar el color en una cocina es seleccionando una superficie del ambiente para que se convierta en un foco de atención en el espacio. Una pared puede transformarse en una herramienta muy especial para sumar color, el cual debería ser complementario al que se utiliza en los muebles y el resto de los elementos decorativos, para que combine armónicamente con ellos.

El techo bien podría ser otra alternativa donde elegir sumar al color, y por ser un recurso poco frecuente, asegura un resultado muy original. Como consecuencia, el techo atraerá el interés, haciendo que la vista se desvíe hacia arriba. 

Pintar solo una mitad de las paredes

Esta técnica de elegir pintar la mitad de una superficie asegura un ambiente personal, marcando un límite horizontal dentro del mismo. Es una tendencia que ha ido tomando cada vez más adeptos para las distintas áreas de la casa, al lograr un efecto llamativo.

En líneas generales, la pintura de color se combina con un tono claro, siendo el blanco el color más elegido para generar el contraste. Es una buena decisión elegir llevar la nota de color hasta la línea de una estantería o mueble de cocina para que, de esta manera, coincidan y logre la sensación de continuidad entre pared y mobiliario.

Unificar los colores de toda la cocina

Para que los muebles se vean más ligeros, se puede crear una ilusión óptica al pintar la pared del mismo color que el mobiliario, y así ganar espacio visual. Este es un efecto que nos garantiza que los muebles se mimeticen con el entorno y que, como resultado, disimulen su presencia.

Para ello se pueden pintar varias piezas que formen parte del mobiliario, e incluso se puede aplicar también en elementos decorativos que se encuentren sobre la superficie de la mesada y elegir electrodomésticos de igual color si es que van a estar exhibidos. Eligiendo esta variable se logrará una cocina con un aspecto muy contemporáneo y especial.

Añadir funcionalidad a la pared

Más allá de que una pared sirva de contención para el mobiliario o estantes de una cocina, así como de los complementos decorativos que la acompañen, como cuadros con dibujos o un reloj, por mencionar algunos ejemplos, se le puede dar una mayor funcionalidad al usarse como un pizarrón. 

Eligiendo una pintura de pizarra, o también una imantada, se puede contar con una gran extensión donde poder anotar recetas, la lista del supermercado, dejar notas a los miembros de la familia o también dibujos. Sea cual sea el uso adoptado resulta un elemento muy original para incorporar en una cocina.

Los colores más populares para una cocina

Una vez que se eligió la técnica que se desea aplicar en la cocina, es hora de elegir el color con el que se pintará dicho ambiente. Para esto no solo es importante nuestro gusto personal y el estilo de decoración seleccionado, sino que se debe tener en cuenta el color que mejor se ajuste al tamaño de la cocina.

Sin lugar a dudas, los tonos claros resultan una gran elección para integrar la cocina ya que aportan mayor luminosidad, por lo que amplían visualmente el ambiente, además de que son colores que generan una sensación de pulcritud. El blanco como un color atemporal, el beige brindando calidez y el celeste irradiando frescura, son algunas de las posibilidades que se presentan en el abanico de colores claros. 

Por otro lado, se encuentran colores más contrastantes que logran espacios elegantes y de gran personalidad, como el gris, en todas sus variables, e incluso el color negro. El color gris cuenta con la particularidad de poder replicar también la luz si es que uno se inclinara por la gama más clara. El color negro, en cambio, genera siempre un alto impacto visual por lo que se recomienda elegir este color para una pared focal o para el método de pintar media pared o el mobiliario bajo.

Otros colores muy utilizados en la actualidad son el azul y el verde, sobre todo en sus tonos más oscuros. Ambos son colores muy requeridos al momento de recrear un ambiente sofisticado y actual.