Conocer algunas de las reglas que intentan seguir a toda costa los profesionales del diseño permitirá que la experiencia de ambientar nuestro propio espacio resulte enriquecedora y de gran utilidad para nuestro estilo de vida.

Favorecer la luz natural

Una de las principales herramientas que todo interiorista utiliza es la de intentar aprovechar al máximo el ingreso de la luz natural a los distintos ambientes del espacio. Esto aplica para cualquier sitio, ya sea una vivienda, un local comercial, o una oficina, por lo que es importante pensar en detalle la ubicación de los distintos muebles que formarán parte del diseño para que no entorpezcan su entrada.

Los beneficios de un lugar correctamente iluminado es que al contar con mayor claridad los espacios no solo lucirán más amplios de lo que realmente son, sino que generarán una agradable sensación de bienestar y armonía. 

El éxito del proyecto de decoración depende en gran parte de este punto, ya que una buena iluminación natural hará que los resultados en el diseño puedan destacar, en cambio, un ambiente donde no se haya podido lograr ese paso necesario, hará que el lugar se sienta lúgubre y sombrío. 

Utilizar materiales nobles

Un gran aliado para crear ambientes atemporales, elegantes y con una impronta completamente única es con el uso de materiales nobles. Ellos se han vuelto una tendencia en la construcción y decoración no solo por el interés actual en promover la sostenibilidad, sino que a través de ellos se logran espacios de gran estilo.

Uno de los recursos más utilizados, gracias a su rendimiento, es la madera que, como consecuencia de su acabado, su textura, sus posibles colores y la calidez única que provoca, es uno de los materiales estrella en lo que a materiales nobles se refiere.

El uso de los mismos puede lucirse no solo al decorar y armar los distintos ambientes, sino que se pueden aprovechar los elementos arquitectónicos que forman parte de la estructura del lugar, como dejar las vigas del techo a la vista o una pared de ladrillos para aportar gran carácter al espacio.

Emplear la regla del 60-30-10 en la combinación de los colores

Existe una regla con respecto a los colores en la decoración para que la fusión entre ellos se vea equilibrada, en lugar de generar un ambiente abrumador y recargado. Esta norma establece que debe existir un color predominante que controle el 60% del ambiente, y que éste debe ser de un color neutro para que resulte la base para el resto de los colores. Este porcentaje generalmente funciona para las paredes y para los muebles principales.

La segunda proporción, abarcando un 30% del ambiente, puede verse también en alguna superficie vertical y en mobiliario de grandes dimensiones, pero siempre acompañando al color dominante.

Por último, el 10% restante de color se podrá evidenciar en complementos decorativos y textiles para darle ese toque de color que ayuda a generar un punto de interés en el ambiente y así enriquecer el sector. Es este pequeño porcentaje que logra resaltar sobre el resto con su aporte de color llamativo y distintivo.

Comprender el uso de cada espacio dentro de la casa

Para lograr un ambiente con un diseño de calidad que nos garantice cubrir todas las necesidades que precisamos, es fundamental tomarse el tiempo para tener claridad sobre el uso que tendrá cada espacio en el hogar.

Cuando disponemos de mucha superficie para trabajar no presenta demasiados inconvenientes ya que es muy probable que cada ambiente cuente con un solo propósito. El problema puede surgir cuando los espacios son algo limitados, y hay que planear un diseño dentro de un espacio que debe cumplir con varias funciones para que sea práctico y funcional para los dueños de casa. 

En este caso es crucial conocer el estilo de vida y los requerimientos necesarios para que al amueblar se cuente con el almacenamiento adecuado, y con el mobiliario donde se puedan desarrollar todas las tareas específicas. Una gran ayuda a la hora de decorar espacios reducidos es valerse de muebles multifuncionales que ahorren espacio y aprovechar también el espacio de las paredes y bajo los muebles para liberar la superficie del suelo.

No pretender dar por finalizada una decoración

Saber que la decoración dentro de cualquier ambiente es dinámica y puede cambiar por diferentes motivos posibles, es una realidad que es mejor conocer. No se puede aspirar a dar por concluida la etapa de diseño y querer que quede fija en el tiempo.

Los cambios son necesarios, ya sea porque van acompañando el crecimiento de quien vive allí, porque los gustos simplemente varían con los años o porque, después de un determinado tiempo, esas elecciones anteriores llegan a cansar la vista y se desea una renovación.

Es por esto que es una buena idea tomarse el tiempo, no apresurarse en tomar decisiones por el afán de dar por terminado el diseño decorativo. Y saber que se puede jugar con complementos decorativos que se rigen según la moda, si es que queremos poseer alguno de los objetos de deseo actuales, siendo que un accesorio es fácilmente reemplazable.