Reformar una casa antigua
La pandemia trajo con ella que más y más personas valoraran las bondades de vivir en un hogar que cuente con mayor superficie habitable, hasta incluso soñar con un jardín. En varios casos, esto despertó el interés por la antigua casa familiar o por aquella que veíamos al pasearnos por el barrio.
La elección de una casa antigua para reformar a la hora de querer ampliarse presenta varias ventajas a tener en cuenta:
Este tipo de casas suelen comprarse por menos dinero. Ya que normalmente estas viviendas necesitan refacciones de todo tipo, esto se tiene en consideración al definir el precio de venta. Y sí que es un tema no menor para el bolsillo del interesado.
Una casa antigua tiene mucha personalidad. Seguramente habrá varios detalles arquitectónicos y elementos decorativos, desde molduras, carpintería antigua, lámparas de araña y objetos de época, que si se restauran cuidadosamente y conservan aportan gran carácter a la propiedad. Es importante que, aun renovándola, la reforma respete y continúe acompañando todo lo que marca la impronta de una casa antigua.
Y si se tratara de una casa antigua saludable los materiales de su estructura son más duraderos y resistentes que aquellos que se utilizan en los edificios nuevos. Además, la idea de conservar parte de ella tiene su encanto ya que, por ejemplo, sus vigas de madera o las paredes de ladrillo o piedra tienen un atractivo que resulta difícil de copiar en una casa que fuera totalmente nueva. Es sumamente importante tener en cuenta la estructura de la vivienda para conocer cuáles son las áreas que se pueden conservar y cuáles no se deben mantener. Este estudio se realiza con la ayuda de un profesional calificado.
Por qué sería importante entonces realizar una renovación en este tipo de viviendas?
En primer lugar, ya que el paso del tiempo suele tener sus consecuencias, y en algunos casos suele ser bastante inclemente, una buena reforma ayuda a que el inmueble no se deteriore. Si bien dijimos que una casa antigua se puede comprar por menos dinero las complicaciones que van surgiendo hace que su costo vaya en aumento. Según la seriedad de los problemas que vayamos encontrando esa inversión económica puede transformarse en una mayor a lo que esperábamos. Para esto es importante hacer un estudio previo de la condición de todos los componentes de la vivienda para conocer su estado y ver cuáles son nuestras posibilidades para relucir su potencial y poder disfrutarla al máximo. A través de los profesionales quienes nos presentan los defectos que la casa pudiera tener, tanto en su estructura como el estado de los cimientos, techos, paredes y ventanas, entre otros. Muchas veces, si no está visiblemente deteriorada, las dificultades son imperceptibles a primera vista. En la mayoría de los casos, si la vivienda tiene una estructura firme, los inconvenientes que pudieran surgir se encuentran detrás de las paredes.
También para optimizar el uso energético ya que normalmente, si bien la carpintería en puertas y ventanas es muy estética, suelen resultar poco prácticas al no conservar el aislamiento, permitiendo la fuga del frío o el calor del ambiente. Muchas veces se recomienda entonces hacer un cambio total de las ventanas y puertas que dan al exterior y conservar solo aquellas que son de interior. De esa manera conservamos la belleza y el trabajo de las puertas antiguas con la tranquilidad de que en el interior no se precisa que su aislamiento sea total.
La instalación eléctrica es uno de los ítems en una casa antigua que seguramente también necesitará reforma ya que suelen estar en mal estado o no ajustarse a las nuevas normas de seguridad para evitar cortocircuitos. Además, seguramente se precisarán sumar algunas tomas para que haya exactamente donde se precisen, según el nuevo plano de iluminación.
El sistema de tuberías es otro de los cambios que habrá que realizar ya que debido a las humedades y el paso del tiempo suelen estar deteriorados, y es sumamente importante renovarlos. Además, es posible que se precisen reubicar con los cambios que pudieran surgir en el rediseño del lugar.
En su interior, se debe planificar la distribución para darle un correcto uso al espacio según nuestras necesidades actuales y sacar el máximo provecho posible de la vivienda. El nuevo armado de los ambientes requerirá seguramente tirar paredes, reubicar algunas puertas y ventanas junto con otro tipo de modificaciones. Si se determina que no son paredes de carga puede existir el caso de que se quiera unir la cocina con el resto de los espacios públicos o prescindir de una habitación para sumarle a otra un vestidor, por ejemplo. Estos cambios ayudarán a personalizar el espacio, nos brindarán mayor comodidad y mejorará la calidad de vida en ellos.
En cuanto al diseño de interiores, no hay una ley que establezca la manera en que una casa antigua deba verse por lo que se puede jugar mezclando elementos vintage con algunos toques de modernidad para generar contraste, respetando su esencia antigua.
Realizar entonces todas las reformas necesarias en una casa antigua lleva tiempo, pero el resultado final que se obtiene nos garantiza el diseño funcional y perfecto acondicionamiento a largo plazo. Además de brindarnos una casa diferente con una personalidad única.